El aceite de oliva es un elemento básico en nuestra cocina, pero ¿Lo usamos correctamente? ¿Sabemos cómo mantenerlo? Vamos a ver cuáles son los principales errores que cometemos con el aceite de oliva…
Sus múltiples beneficios, su sabor y olor inconfundibles… Sobran las razones por las que el aceite de oliva se ha ganado el apelativo de “oro líquido”. Sin embargo, pese a que es una de las claves de la dieta mediterránea y ha acompañado nuestras reuniones gastronómicas durante siglos, todavía surgen dudas en relación al cómo lo utilizamos: desde no conocer cómo preservarlo de agentes externos, como la temperatura o la luz, hasta la cantidad de aceite que debemos utilizar para freír… ¿Sabes cuáles son los errores más comunes que realizamos con el uso del aceite de oliva? Existen cinco grandes errores que cometemos al manipular el oro líquido. ¡Ni pestañees!
1. Tardar demasiado en consumirlo.
Es verdad. El aceite de oliva no caduca. Pero eso no significa que no establezca una fecha de consumo preferente. A diferencia del vino, el aceite sí se estropea con el paso del tiempo por lo que lo recomendable es consumir el que se ha cosechado ese año. No solo pierde olor y sabor sino que también los antioxidantes que contiene se oxidan y también pierde valor nutricional.
2. Dejarlo muy cerca del frío. Y del calor.
El aceite de oliva es enemigo tanto del calor como de las bajas temperaturas. Por ello, debe guardarse en un lugar fresco a un máximo de 17ºC de temperatura. No debe mantenerse cerca del fogón o una fuente de calor directa porque sube de temperatura.
3. Guardarlo expuesto a la luz.
Además de la temperatura, el aceite de oliva debe resguardarse también de la luz. Es importante evitar su exposición directa a rayos del sol o focos luminosos, por lo que la recomendación pasa por guardar los envases de aceite en lugares oscuros.
4. El recipiente: abierto, con mezcla…
Una de las costumbres más extendidas es, al estrenar un aceite, dejar la botella abierta hasta que se agote el contenido. Se trata de un error comparable a otros hábitos como son el de aprovechar el recipiente para juntar los restos de diferentes aceites… Nunca se debe verter aceite en el recipiente donde existan restos de uno anterior.
5. Freír con poco aceite.
Al utilizar poca cantidad de aceite en la sartén lo único que se puede conseguir es quemar el aceite de oliva. Se debe tener en cuenta que para que un frito se cocine correctamente es sumergirlo totalmente en el aceite.
¿Sorprendido? Ahora que ya te hemos desvelado los seis errores más habituales que cometemos con el aceite de oliva, ya sabes qué seis malos hábitos puedes convertir en buenos y grandes hábitos para disfrutar al máximo del alimento estrella de la dieta mediterránea.
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